“¡Yo descorcho la botella vino!” “¡Brindemos con una copa de cava!” Tenemos los días contados para que este tipo de frases empiecen a repetirse más de lo habitual. El consumo de vinos y cavas se incrementa considerablemente en épocas como la Navidad. Muchos estudios científicos hablan de los múltiples beneficios del vino, siempre que se tome de manera responsable y en su justa medida. ¿Dónde está el límite? ¿Cuál es la cantidad idónea de vino que debemos consumir al día?

Los vinos aldonza se venden en Texas en la cadena de supermercados HEB

La cantidad recomendada por los expertos es entre una y dos copas de vino al día en el caso de las mujeres, y entre tres y cuatro en el de los hombres. Un consumo controlado del vino reduce la incidencia de enfermedades cardíacas, hipertensión, diabetes, cirrosis hepática y epilepsia.  

Además, diversas investigaciones, como la publicada recientemente por el British Journal of Nutrition y llevada a cabo por el Instituto de Salud Carlos III, la Universidad de Navarra y el CIBEROBN, recomiendan el consumo de vino tinto frente al resto de bebidas destiladas. Está demostrado científicamente que un consumo responsable del vino tiene múltiples propiedades para la salud.


PROPIEDADES DEL VINO. Demostradas

  • Salud dental. Determinados componentes presentes en el vino frenan el crecimiento bucal de los estreptococos y bacterias vinculadas a las caries. También previene de gingivitis y dolores de garganta.
  • Función cognitiva. La elevada presencia de antioxidantes en el vino impide que se endurezcan las arterias e inhibe la coagulación, mejorando el riego sanguíneo cerebral.
  • Placer. Durante la degustación del vino se liberan endorfinas en dos áreas del cerebro, que provocan un incremento de la sensación de placer.
  • Limpiador bucal. Tomado durante las comidas, el vino ayuda a percibir mejor los sabores. Esto se debe a sus propiedades astringentes, que evitan la excesiva sensación de grasa causada por alimentos como las carnes rojas y permiten degustar mejor la comida.
  • Previene el cáncer. El vino, concretamente el tinto, ayuda a reducir el riesgo el cáncer de pulmón en hombres. Además, bloquea el crecimiento de las células responsables del cáncer de mama en mujeres. De nuevo, el resveratrol es el responsable de tal excepcional cualidad.
  • Corazón. Una o dos copas al día de vino, contribuyen a aumentar los niveles de colesterol bueno en la sangre y previenen las complicaciones cardiovasculares.
  • Próstata. Se ha demostrado que siete vasos de vino semanales después de cumplir los 40 años, reduce en más de la mitad los diagnósticos de cáncer de próstata.
  • Hábitos saludables. Desde el punto de vista social, diferentes estadísticas indican que los enófilos tienen hábitos alimenticios más saludables que los aficionados a otras bebidas, como los consumidores de cerveza o de refrescos. Los aficionados al vino tienden a consumir más aceitunas, frutas, verduras, quesos bajos en grasas, leche y carnes saludables.
  • Adelgaza. El consumo de vino tinto activa la función de un gen que impide la formación de nuevas células de grasa y ayuda a movilizar las existentes.

Aldonza Gourmet recomienda siempre un consumo responsable y moderado del vino.

Ideas para regalar vino esta Navidad.

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