¿Quieres saber algunos consejos para disfrutar más y mejor de un buen queso manchego?
Un amante del queso debe tener en cuenta estos consejos a la hora de catar nuestros mejores D.O.P quesos manchegos Navamarín. Empezamos con lo esencial:
Realiza una buena selección:
Antes de empezar a comer, es de vital importancia que sepas distinguir bien los diferentes tipos de quesos para hacer una selección de estos que sea variada.
Te enseñamos 6 variedades de queso:
- Gouda: Queso holandés de pasta dura y sabor suave, conocido por su textura cremosa y corteza encerada.
- Roquefort: Queso azul francés elaborado con leche de oveja, caracterizado por sus vetas azules y su sabor intenso y picante.
- Manchego: Queso español originario de la región de La Mancha, elaborado con leche de oveja y reconocido por su sabor robusto y su textura firme.
- Brie: Queso francés de pasta blanda y corteza comestible, conocido por su textura cremosa y su sabor delicado.
- Cheddar: Queso inglés de pasta prensada y sabor fuerte, disponible en diversas maduraciones, desde suave hasta extra añejo.
- Feta: Queso griego tradicional elaborado con leche de oveja o una mezcla de leche de oveja y cabra, con un sabor salado y una textura desmenuzable.
Una vez elegidas 5 o 6 clases, córtalas en porciones ni muy gruesas ni muy finas, de esta forma potenciarás su sabor.
Aprende a cortarlo correctamente:
Cuando tenemos un queso redondo, este debe cortarse por cuñas. Si es uno cilíndrico, este se corta en rodajas y, si es azul, se debe de cortar con una guillotina.
Por ejemplo, con nuestro queso Navamarín semicurado manchego D.O.P, debes utilizar un cuchillo para queso con hoja delgada y afilada. La corteza encerada puede requerir un cuchillo más robusto para su primer corte.
Por otro lado, si hablamos de un queso Cheddar o de nuestro queso Navamarín curado manchego D.O.P, necesitamos un cuchillo con hoja más ancha y robusta es ideal para cortar este queso duro. Si es cheddar añejo, un cuchillo más afilado puede ser necesario.
Es muy importante que utilices un cuchillo específico para cortar cada tipo de queso ya que este será perfecto si se utiliza el utensilio adecuado.
Recuerda que es importante mantener los utensilios limpios para preservar los sabores individuales de cada queso. Además, algunos quesos blandos pueden beneficiarse de cuchillos que hayan sido calentados ligeramente para un corte más suave.
Come en orden:
En cuestión de sabores, podemos comer el queso como queramos pero, si queremos potenciar su sabor debemos comerlo con un orden específico y así, disfrutar más de sus matices.
Lo recomendable es que vayas comiendo del más suave al más fuerte, de esta manera el sabor del fuerte no se come el del más suave. Por ejemplo, si empiezas por un trocito de nuestro queso Navamarín semicurado manchego D.O.P y luego pruebas un trocito de nuestro queso Navamarín en aceite manchego D.O.P, vas a potenciar mucho más los sabores de cada uno, lo que disfrutarás más.
¿Cómo debes guardar el queso?
Para preservar su sabor y su frescura es necesario que hagas los sepas lo siguiente:
- La mayoría de los quesos deben guardarse en el frigorífico para evitar el crecimiento de bacterias no deseadas. Sin embargo, es importante tener en cuenta que algunos quesos, como el queso azul o el queso fresco, pueden desarrollar sabores más intensos si se guardan a temperatura ambiente durante cortos períodos de tiempo.
- Almacena cada tipo de queso en su envoltura original o en papel pergamino. Evita el uso de plástico film, ya que puede atrapar la humedad y afectar la calidad del queso.
- Evita almacenar diferentes tipos de quesos en el mismo recipiente, ya que los quesos absorben fácilmente los olores de otros alimentos.
- Saca el queso del refrigerador unos 30 minutos antes de servirlo para permitir que alcance la temperatura ambiente y sus sabores se desarrollen plenamente.
¿Cuando un queso se ha echado a perder?
Un queso se considera echado a perder cuando ha experimentado cambios en su aroma, textura, sabor o apariencia. Esto es debido a un posible proceso de deterioro o indica la presencia de microorganismos no deseados en este.
La presencia de moho en algunos quesos puede ser natural como en los quesos azules. Sin embargo, el crecimiento de moho no deseado es una clara señal de deterioro.
Un cambio de color puede indicar también deterioro. Por ejemplo, un queso blanco que desarrolla manchas de colores oscuros o un queso amarillo que se vuelve verdoso.
Si vemos cambios en la textura como la presencia de zonas húmedas o pegajosas en un queso que normalmente debería ser seco y firme, podrían sugerir deterioro.
Es importante señalar que algunos quesos, especialmente aquellos con mohos naturales o madurados, pueden desarrollar características específicas durante su proceso de envejecimiento que pueden parecer inusuales pero son completamente normales y seguras para el consumo. En caso de duda, es recomendable seguir las indicaciones del fabricante y, si el queso presenta signos claros de deterioro, es mejor desecharlo para evitar riesgos para la salud.
¿Con vino tinto o blanco?
La elección entre vino tinto o blanco para acompañar el queso depende en gran medida del tipo de queso que estés sirviendo.
Si vas a tomar vino tinto, como nuestro vino tinto Aldonza Navamarín los quesos añejos y firmes como el Cheddar, Gouda envejecido o un queso Navamarín curado manchego D.O.P, suelen complementarse bien con ellos.
Los quesos azules como el Roquefort o Stilton y los quesos de cabra añejos maridan bien con vinos tintos más dulces.
Si vas a tomar un vino blanco, como nuestro vino blanco Aldonza Albo 2021, acompañan bien con los quesos blandos y cremosos como el Brie, Camembert y nuestro queso Navamarín semicurado manchego D.O.P, funcionan mejor con la acidez de este.
Los quesos frescos como el queso de cabra fresco o la mozzarella y los quesos de pasta cocida como Gruyère o Emmental acompañan bien a un refrescante y ligero vino blanco.
Todo esto son pautas generales, ¡no dudes de combinar y experimentar diferentes maridajes hasta descubrir tus combinaciones favoritas!